Ya es posible viajar por el califato. Así queda de manifiesto en los viajes turísticos que el Estado islámico organiza para sus combatientes con motivo de su luna de miel.
La mayoría de los turistas son yihadistas que residen en el extranjero y los recorridos a lo largo del territorio, dominado por el ISIS y comprendido entre Siria e Irak, se realizan en autobús y su precio varía en función del trayecto.
En ocasiones estos autobuses también son utilizados por viajeros que simplemente quieren trasladarse de una región a otra con fines comerciales o para visitar a algún familiar.
Sea como fuere, la realidad es que en el interior de los mismos la separación entre hombres y mujeres evidencia de forma explícita donde estamos. Las mujeres se sientan detrás mientras que los hombre lo hacen delante, además, durante todo el trayecto se pueden escuchar cánticos árabes.
Los viajes son posibles como consecuencia de la eliminación de las fronteras entre Siria e Irak por el grupo terrorista en el mismo momento en el que proclamó el califato.
Asimismo, la actividad turística del grupo terrorista no termina aquí, hace escasamente dos años, reabría un hotel de lujo en Mosul tras una completa remodelación.
¿Qué será lo siguiente?
El cajón desastre de una profe de universidad 